Vacunarán a obesos y diabéticos contra A/H1N1 el 11 de enero
Por: El Experto en Control de Peso.
En plena época invernal y a lo largo de doce días se sumaron 44 personas a la lista de decesos a causa del virus de influenza humana A/H1N1, al pasar de 823 decesos, el 23 de diciembre, a un total de 867 de acuerdo al reciente reporte del 4 de enero de 2010, emitido por la Secretaría de Salud.
La cifra de personas contagiadas asciende a 68 mil 548 (425 casos adicionales a los reportados el 23 de diciembre y considerando que sólo se muestrea el 10% de los casos graves).
Y de esas defunciones, 152 corresponden a niños, adolescentes y jóvenes, cuyas edades oscilan entre los 52 días de nacidos a los 19 años de edad.
El grupo más afectado es el que tiene de 35 a 39 años con 116 casos; seguido del que tiene 25 a 29 años con 96; de 45 a 49 años, con 86 decesos y de 50 a 54 años con 83.
De acuerdo a Salud, en la semana 40, que abarcó del 4 al 10 de octubre, se registró 85 muertes, la tasa más alta de letalidad considerando que durante la semana 16, que abarca el primer brote pandémico del 19 al 25 de abril, sólo se reportaron 38 decesos.
Por lo mismo, la dependencia informó que a partir del 11 de enero se iniciará una campaña para vacunar a la población en general que tenga algún factor de riesgo, como obesidad mórbida, diabetes descontrolada o alguna enfermedad crónico-degenerativa, y en febrero se ampliará a la población en general sin factor de riesgo.
La dependencia federal explicó que la ampliación de la vacunación A/H1N1 obedece también al hecho de que el semáforo de alerta epidemiológica puede cambiar de amarillo a rojo, en los próximos dos meses.
Hasta el momento, el gobierno federal ha gastado 4 mil 300 millones de pesos para sortear la pandemia, y 2 mil 700 millones para la compra de 30 millones de dosis de la vacuna contra la influenza A H1N1 Con respecto a los 68 mil 548 contagios confirmados, la tabla vuelve a ubicar al Distrito Federal en el primer lugar 7 mil 797 infectados, es decir, el 11 por ciento.
El segundo lugar lo ocupa a San Luis Potosí con 4 mil 311; seguido del Estado de México con 4 mil 279; Jalisco con 4 mil 51(es la entidad con el cúmulo de contagios más acelerado); Nuevo León con 3 mil 900; Chiapas 3 mil 653, Yucatán con 3 mil 267; Michoacán 2 mil 863; Veracruz 2 mil 390; Sonora 2 mil 376, Tamaulipas 2 mil 280; Oaxaca 2 mil 218 Las entidades con menos número de casos son Campeche con 179, Coahuila 397, Sinaloa 623, Quintana Roo 695 y Morelos 717.
Por: El Experto en Control de Peso.
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miércoles, 6 de enero de 2010
Hombres con sobrepeso mueren antes que delgados: estudio.
Hombres con sobrepeso mueren antes que delgados: estudio.
Por: El Experto en Control de Peso.
Los hombres de mediana edad con sobrepeso correrían más riesgo de sufrir problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares, y morirían antes que los delgados, incluso en ausencia de algunos factores de riesgo tradicionales, reveló un estudio sueco.
Algunas investigaciones previas sugerían que cuando los adultos obesos o con sobrepeso no tienen el llamado síndrome metabólico, su riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares (ACV) no es mayor que el de las personas de peso normal.
El síndrome metabólico es un conjunto de factores de riesgo de diabetes y problemas cardíacos, incluyendo obesidad abdominal, hipertensión, azúcar elevado, bajos niveles de colesterol "bueno" y triglicéridos altos.
Suele diagnosticarse cuando una persona tiene tres o más de estas condiciones.
Pero un estudio que siguió a 1.758 hombres suecos durante 30 años reveló que el sobrepeso y la obesidad aumentaban el riesgo de ataque cardíaco y ACV, incluso ante la ausencia de síndrome metabólico.
Entre todos los hombres sin síndrome metabólico, los que tenían sobrepeso eran un 52 por ciento más propensos a sufrir ataques cardíacos, ACV y otras complicaciones comparado con los varones de peso normal, mientras que los obesos corrían casi el doble de riesgo.
Los resultados fueron publicados en la revista Circulation, de la Asociación Estadounidense del Corazón.
"Nuestro estudio muestra que los hombres con sobrepeso (y) obesos sin síndrome metabólico corren más riesgo" de enfermedad cardíaca, ACV y otras condiciones relacionadas, dijo el doctor Johan Arnlov, de la Uppsala University.
"Esto contrasta con algunos estudios previos que sugerían que la obesidad en ausencia de síndrome metabólico es una condición 'saludable'", añadió el investigador.
El estudio destacó, no obstante, los peligros del síndrome metabólico.
Por: El Experto en Control de Peso.
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Por: El Experto en Control de Peso.
Los hombres de mediana edad con sobrepeso correrían más riesgo de sufrir problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares, y morirían antes que los delgados, incluso en ausencia de algunos factores de riesgo tradicionales, reveló un estudio sueco.
Algunas investigaciones previas sugerían que cuando los adultos obesos o con sobrepeso no tienen el llamado síndrome metabólico, su riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares (ACV) no es mayor que el de las personas de peso normal.
El síndrome metabólico es un conjunto de factores de riesgo de diabetes y problemas cardíacos, incluyendo obesidad abdominal, hipertensión, azúcar elevado, bajos niveles de colesterol "bueno" y triglicéridos altos.
Suele diagnosticarse cuando una persona tiene tres o más de estas condiciones.
Pero un estudio que siguió a 1.758 hombres suecos durante 30 años reveló que el sobrepeso y la obesidad aumentaban el riesgo de ataque cardíaco y ACV, incluso ante la ausencia de síndrome metabólico.
Entre todos los hombres sin síndrome metabólico, los que tenían sobrepeso eran un 52 por ciento más propensos a sufrir ataques cardíacos, ACV y otras complicaciones comparado con los varones de peso normal, mientras que los obesos corrían casi el doble de riesgo.
Los resultados fueron publicados en la revista Circulation, de la Asociación Estadounidense del Corazón.
"Nuestro estudio muestra que los hombres con sobrepeso (y) obesos sin síndrome metabólico corren más riesgo" de enfermedad cardíaca, ACV y otras condiciones relacionadas, dijo el doctor Johan Arnlov, de la Uppsala University.
"Esto contrasta con algunos estudios previos que sugerían que la obesidad en ausencia de síndrome metabólico es una condición 'saludable'", añadió el investigador.
El estudio destacó, no obstante, los peligros del síndrome metabólico.
Por: El Experto en Control de Peso.
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lunes, 4 de enero de 2010
Rasgos de la obesidad
Rasgos de la obesidad
Por: El Experto en Control de Peso.
Por gusto, con indolencia o experimentando desazón, una vez más somos HETEROGÉNEOS, cada sujeto tendrá rasgos diferenciales a la hora de estudiar su obesidad.
La amplia gama es inagotable.
Desde ese supuesto variopinto, cada persona apreciará el exceso de peso con un punto de mira distinto, sus conclusiones ofrecerán matices personales. Acerca de la obesidad es conveniente una mejor aproximación para el conocimiento mejor de sus consecuencias.
Socialmente ha recibido enfoques muy diversos, la obesidad de las madonnas, las alusiones a sus efectos nocivos, aquello de sepulturas llenas despues de grandes cenas; suele decirse de un gordo que está fuerte, y hasta se toma a chacota la desfiguración por obesidades llamativas.
Con frivolidad o con lamento, con afán reparador o indiferencia. Tengamos presente la dificultad que entraña un buena definición, esa misma variabilidad mencionada dificulta la valoración de todos los obesos con el mismo rasero.
Esto se acentúa a partir de cada descubrimiento, porque suelen aportar nuevos matices y más variaciones.
Lejos de una atenuación, cada vez se publican más trabajos sobre los riesgos de la obesidad. Así ocurre en los últimos números del Journal Clinical Investigation o en el New England J. Medicine.
La obesidad es una vía muiy directa para llevarnos a la diabetes, a las complicaciones cardiovasculares, o a los sufrimientos óseos. En uno de los trabajos se refleja con claridad el índice más elevado de mortalidad para los sujetos con mayor peso.
Por más que se quiera, no se puede endulzar esta repercusión. Por lo tanto, la obesidad supone una amenaza notoria para la salud.
El sentido del gusto está muy involucrado en este asunto, marca la pauta para cada individuo de cara a la elección de las comidas, cantidades de alimento, etc.
Refieren una distribución de los individuos según tengan o no gusto para discernir bien las comidas. Un 25 % no ejercen ese sentido, tienen apetito para todo, sin diferenciar finuras, verdaderos TRAGALDABAS. El 50 % forman parte del club de un gusto medio, son los del monton, los más comunes.
Existiendo también otro 25 % de supergustadores, detectan todas las diferencias; es decir, los EXQUISITOS. Estos datos condicionan seriamente un menor o mayor peso.
Recientemente se aisló la hormona de la saciedad, con el efecto propio de su nombre. Orienta hacia su utilización terapéutica, aunque aún está muy verde su conocimiento, tanto en lo referido a su comportamiento en los cuerpos de las personas, su estimulación, supresión y otras características.
Aún es pronto para conocer otros efectos secundarios cuando se administre como tratamiento. Por lo tanto quedemos a la expectativa.
También se ha descubierto el CD 36, una proteína de las membranas celulares que detecta expresamente si se han ingerido grasas.
No acaban ahí sus funciones. Manda transmisores al cerebro, comunicando si se han ingerido grasas o no. En caso de no haber tomado grasas suficientes, el juego de mensajes provoca la respuesta de aumentar el apetito para alimentos grasos. Esto sólo es posible frenarlo si se comen grasas.
Es una forma de exigencia para que el individuo tome grasas. ¿Se podrá contrarrestar? ¿Qué sujetos tienen más receptores de esta clase? Por novedoso, es un dato todavía susceptible de maduración.
Si acaso, a través del sentido del gusto, por aquello de la intervención cerebral, cabe pensar en una posibilidad de filtro. Bien sea por el miedo, por convencimiento, o interesados por las consecuencias; quizá podamos intervenir de alguna forma.
Es esta una vertiente crucial, entre descubrimientos y conocimientos, por donde conseguiremos una mayor eficacia frente a tantos riesgos como se publican en relación con las personas obesas.
Y no me refiero a los gastos sanitarios, que también; sino, haciendo especial énfasis en el sufrimiento que esos excesos de peso provocan en tanta gente, por huesos, corazón, diabetes...
En este apartado, la editorialista del New England ya pone un título indicativo en sus comentarios, "Promesas e incertidumbres". Resulta preocupante como también en estos campos abundan las ofertas cuestionables, incluso de la peor calaña.
Son pocos los estudios indiscutibles y resolutivos; si además estos datos firmes nos llevan por el camino del esfuerzo -ejercicio físico, privaciones, disciplina- , tanto peor, le haremos menos caso .
Como consecuencia arraigan demasiado bien las sugerencias que prometen grandes cosas con poco esfuerzo. Hemos de procurar que no vayan a vendernos a buenos precios, auténticas tomaduras de pelo, o pautas poco controladas y arriesgadas.
Por desgracia, no disponemos de fármacos resolutivos -anfetaminas, sibutramina, rimonabant, bloqueadores de receptores de canabinoides-; vamos conociendo aspectos novedosos, pero faltos de efectos más precisos, y por ello, no ofrecen garantias suficientes por el momento.
De los cambios del estilo de vida para bajar de peso, digamos que resultan muy difíciles para quien tiene unos hábitos determinados.
Si añadimos esas capacidades de ciertas moléculas -la mencionada CD 36- para influir en el comportamiento cerebral hasta provocar la mayor ingestión de ciertos alimentos, admitiremos que el panorama acaba siendo muy complicado.
Por eso, tantos planes de adelgazamiento resultan ineficaces, pronto se producen retornos a los pesos iniciales, no siendo raro que incluso superen las cifras previas. Los hábitos y costumbres son tercos y con fundamento fisiológico.
Me parecen frívolos y sensacionalistas, los pronunciamientos y propagandas de tratamientos contundentes; con frecuencia PELIGROSOS, dada la tendencia a introducir sustancias diuréticas, a veces hormonas; con mayor malicia cuando este tipo de elementos activos no vienen reconocidos a la hora de ofrecernos el producto.
No todas las pautas valen y es básico que quien quiera perder peso busque buenos asesoramientos y no se deje llevar por equívocos cantos de sirena que al cabo son más cantos de cucos.
Información y sensatez constituyen un buen preámbulo, pero sin olvidar el tesón y la voluntad de cada persona.
Por: El Experto en Control de Peso.
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Por: El Experto en Control de Peso.
Por gusto, con indolencia o experimentando desazón, una vez más somos HETEROGÉNEOS, cada sujeto tendrá rasgos diferenciales a la hora de estudiar su obesidad.
La amplia gama es inagotable.
Desde ese supuesto variopinto, cada persona apreciará el exceso de peso con un punto de mira distinto, sus conclusiones ofrecerán matices personales. Acerca de la obesidad es conveniente una mejor aproximación para el conocimiento mejor de sus consecuencias.
Socialmente ha recibido enfoques muy diversos, la obesidad de las madonnas, las alusiones a sus efectos nocivos, aquello de sepulturas llenas despues de grandes cenas; suele decirse de un gordo que está fuerte, y hasta se toma a chacota la desfiguración por obesidades llamativas.
Con frivolidad o con lamento, con afán reparador o indiferencia. Tengamos presente la dificultad que entraña un buena definición, esa misma variabilidad mencionada dificulta la valoración de todos los obesos con el mismo rasero.
Esto se acentúa a partir de cada descubrimiento, porque suelen aportar nuevos matices y más variaciones.
Lejos de una atenuación, cada vez se publican más trabajos sobre los riesgos de la obesidad. Así ocurre en los últimos números del Journal Clinical Investigation o en el New England J. Medicine.
La obesidad es una vía muiy directa para llevarnos a la diabetes, a las complicaciones cardiovasculares, o a los sufrimientos óseos. En uno de los trabajos se refleja con claridad el índice más elevado de mortalidad para los sujetos con mayor peso.
Por más que se quiera, no se puede endulzar esta repercusión. Por lo tanto, la obesidad supone una amenaza notoria para la salud.
El sentido del gusto está muy involucrado en este asunto, marca la pauta para cada individuo de cara a la elección de las comidas, cantidades de alimento, etc.
Refieren una distribución de los individuos según tengan o no gusto para discernir bien las comidas. Un 25 % no ejercen ese sentido, tienen apetito para todo, sin diferenciar finuras, verdaderos TRAGALDABAS. El 50 % forman parte del club de un gusto medio, son los del monton, los más comunes.
Existiendo también otro 25 % de supergustadores, detectan todas las diferencias; es decir, los EXQUISITOS. Estos datos condicionan seriamente un menor o mayor peso.
Recientemente se aisló la hormona de la saciedad, con el efecto propio de su nombre. Orienta hacia su utilización terapéutica, aunque aún está muy verde su conocimiento, tanto en lo referido a su comportamiento en los cuerpos de las personas, su estimulación, supresión y otras características.
Aún es pronto para conocer otros efectos secundarios cuando se administre como tratamiento. Por lo tanto quedemos a la expectativa.
También se ha descubierto el CD 36, una proteína de las membranas celulares que detecta expresamente si se han ingerido grasas.
No acaban ahí sus funciones. Manda transmisores al cerebro, comunicando si se han ingerido grasas o no. En caso de no haber tomado grasas suficientes, el juego de mensajes provoca la respuesta de aumentar el apetito para alimentos grasos. Esto sólo es posible frenarlo si se comen grasas.
Es una forma de exigencia para que el individuo tome grasas. ¿Se podrá contrarrestar? ¿Qué sujetos tienen más receptores de esta clase? Por novedoso, es un dato todavía susceptible de maduración.
Si acaso, a través del sentido del gusto, por aquello de la intervención cerebral, cabe pensar en una posibilidad de filtro. Bien sea por el miedo, por convencimiento, o interesados por las consecuencias; quizá podamos intervenir de alguna forma.
Es esta una vertiente crucial, entre descubrimientos y conocimientos, por donde conseguiremos una mayor eficacia frente a tantos riesgos como se publican en relación con las personas obesas.
Y no me refiero a los gastos sanitarios, que también; sino, haciendo especial énfasis en el sufrimiento que esos excesos de peso provocan en tanta gente, por huesos, corazón, diabetes...
En este apartado, la editorialista del New England ya pone un título indicativo en sus comentarios, "Promesas e incertidumbres". Resulta preocupante como también en estos campos abundan las ofertas cuestionables, incluso de la peor calaña.
Son pocos los estudios indiscutibles y resolutivos; si además estos datos firmes nos llevan por el camino del esfuerzo -ejercicio físico, privaciones, disciplina- , tanto peor, le haremos menos caso .
Como consecuencia arraigan demasiado bien las sugerencias que prometen grandes cosas con poco esfuerzo. Hemos de procurar que no vayan a vendernos a buenos precios, auténticas tomaduras de pelo, o pautas poco controladas y arriesgadas.
Por desgracia, no disponemos de fármacos resolutivos -anfetaminas, sibutramina, rimonabant, bloqueadores de receptores de canabinoides-; vamos conociendo aspectos novedosos, pero faltos de efectos más precisos, y por ello, no ofrecen garantias suficientes por el momento.
De los cambios del estilo de vida para bajar de peso, digamos que resultan muy difíciles para quien tiene unos hábitos determinados.
Si añadimos esas capacidades de ciertas moléculas -la mencionada CD 36- para influir en el comportamiento cerebral hasta provocar la mayor ingestión de ciertos alimentos, admitiremos que el panorama acaba siendo muy complicado.
Por eso, tantos planes de adelgazamiento resultan ineficaces, pronto se producen retornos a los pesos iniciales, no siendo raro que incluso superen las cifras previas. Los hábitos y costumbres son tercos y con fundamento fisiológico.
Me parecen frívolos y sensacionalistas, los pronunciamientos y propagandas de tratamientos contundentes; con frecuencia PELIGROSOS, dada la tendencia a introducir sustancias diuréticas, a veces hormonas; con mayor malicia cuando este tipo de elementos activos no vienen reconocidos a la hora de ofrecernos el producto.
No todas las pautas valen y es básico que quien quiera perder peso busque buenos asesoramientos y no se deje llevar por equívocos cantos de sirena que al cabo son más cantos de cucos.
Información y sensatez constituyen un buen preámbulo, pero sin olvidar el tesón y la voluntad de cada persona.
Por: El Experto en Control de Peso.
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lunes, 14 de diciembre de 2009
Obesidad: causas.
Obesidad: causas.
Por: El Experto en Control de Peso.
El desarrollo de la obesidad, a lo largo de los diferentes años en la vida de una persona, ha sido relacionado con múltiples causas.
Sólo en ocasiones es posible definir una única causa predominante que ha puesto en marcha el disbalance energético.
1. Genéticas:
La respuesta a factores alimentarios y desviaciones dietéticas varía dependiendo de los marcadores genéticos y los factores ambientales.
Obesidad esencial con predisposición genética: en los cromosomas existen unos genes responsables de generar leptina, sustancia que a través de la sangre llega al hipotálamo al centro de la saciedad, para provocar la perdida del apetito y estimular el sistema nervioso simpático, encargado de quemar energía. Si estos genes se alteran, la leptina no se produce.
Los genes que contienen las proteínas transportadoras de la leptina al cerebro también pueden estar alterados.
Las personas que heredan estos genes siempre tienen hambre y gastan menos energía(30%).
Existen unas proteínas llamadas orexinas que van a estimular el apetito.
Síndromes congénitos que cursan con obesidad: De Prader-Willi, de Alström, de Bardet-Biedl, de Cohen, de Carpenter.
2. Neuroendocrinológicas:
Hipotiroidismo
Hiperinsulinemia (diabetes mellitus tipo 2)
Síndrome de Cushing
Alteraciones del hipotálamo: tumor, cirugía, traumatismo, inflamación.
Síndrome de Stein-Leventhal (ovario poliquístico)
3. Obesidad por inactividad física.
4. Desequilibrio nutricional o ingesta exagerada: Alimentos ricos en grasas saturadas, polifagia, picoteo.
5. Uso de medicamentos: Fenotiacinas, Antidepresivos tricíclicos, Litio, Ciproheptadina, Cortisona, Antihistamínicos, Anticonceptivos, Glucocorticoides, Hidracidas.
6. Dejar de fumar (supresión de nicotina)
7. Reactiva a situación emocional conflictiva.
8. Termogénesis
Valoración de la obesidad.
Para valorar la obesidad nos centraremos en la historia médica: los antecedentes familiares de obesidad, valoración de la predisposición genética; en la búsqueda de causas desencadenantes, comienzo, evolución, tratamientos previos), como embarazo, menarquia, menopausia, disminución de actividad física, abandono del tabaco, intervenciones quirúrgicas, tratamientos farmacológicos, habito alimentario (horario y duración de las comidas, tipo de alimentos, picoteo, compulsión); se detectarán síntomas clínicos acompañantes que sugieran complicaciones de la obesidad: polidpsia, poliuria, dispepsia a las grasas, trastornos del sueño, cefaleas, hipertensión.
Se determinará el grado de obesidad y la distribución de la grasa corporal.
Tensión arterial.
Edad mental/Evolución escolar.
Edad ósea y puberal en los niños.
Antropometría:
Gracias a ella se clasifica la obesidad en:
a. Obesidad de distribución homogénea o generalizada.
b. Obesidad abdominal o androide, cuando se acumula en la región abdominal y el cociente cintura cadera es mayor de 1 en el hombre y a 0,9 en la mujer.
c. Obesidad gluteo-femoral o ginoide, cuando se acumula la grasa en las caderas y existe un cociente cintura cadera inferior a 1 en el hombre y a 0,9 en la mujer.
O bien existe un índice cintura muslo inferior a 1,6 en el hombre o a 1,4 en la mujer.
Permite valorar a la persona en términos de percentiles según las tablas su complexión, valorar su adiposidad, la grasa total corporal y cantidad total de grasa del cuerpo.
Peso y talla: permite comparar con las tablas de su sexo y edad y valorar el IMC
Perímetro cefálico, torácico, cintura, abdomen, caderas y del brazo.
Valoración de la distribución de la grasa, si es ginoide o androide tiene diferente pronóstico.
Métodos:
Relación perímetro cintura/cadera (medido con cinta métrica inextensible)
Relación pliegue tricipital/subescapular (medido con lipocalibrador)
Medida de pliegues cutáneos.
Así se mide el doble del grosor de la epidermis, la fascia subyacente y el tejido adiposo subcutáneo: Triceps, subescapular, bicipital, submentoniano, suprailiaca
Estimación de la composición corporal:
Impedancia bioeléctrica, que valora la masa libre de grasa, calculando la masa adiposa.
Análisis de laboratorio:
Hemograma, glucosa, colesterol total y sus fracciones HDL,LDL y VLDL, triglicéridos, ácido úrico urea, creatinina, enzimas hepáticas (GOT,GPT,GGT), proteínas totales, albúmina, transferrina sérica, proteína ligada a retinol, fibronectina; determinación hormonal: perfil tiroideo, suprarrenal o hipofisiario, testosterona, somatomedina C (en sangre).Excreción urinaria de nutrientes (minerales, vitaminas hidrosolubles, proteínas, creatinina, 3-metilhistidina,3-hidroxiprolina,nitrógeno ureico).
Exploración radiológica:
Radiografía de cráneo centrada en la silla turca
Ecografía abdominal y pélvica
DEXA: estudia la composición corporal total
En insuficiencia respiratoria se pueden realizar pruebas funcionales respiratorias.
Por: El Experto en Control de Peso.
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Por: El Experto en Control de Peso.
El desarrollo de la obesidad, a lo largo de los diferentes años en la vida de una persona, ha sido relacionado con múltiples causas.
Sólo en ocasiones es posible definir una única causa predominante que ha puesto en marcha el disbalance energético.
1. Genéticas:
La respuesta a factores alimentarios y desviaciones dietéticas varía dependiendo de los marcadores genéticos y los factores ambientales.
Obesidad esencial con predisposición genética: en los cromosomas existen unos genes responsables de generar leptina, sustancia que a través de la sangre llega al hipotálamo al centro de la saciedad, para provocar la perdida del apetito y estimular el sistema nervioso simpático, encargado de quemar energía. Si estos genes se alteran, la leptina no se produce.
Los genes que contienen las proteínas transportadoras de la leptina al cerebro también pueden estar alterados.
Las personas que heredan estos genes siempre tienen hambre y gastan menos energía(30%).
Existen unas proteínas llamadas orexinas que van a estimular el apetito.
Síndromes congénitos que cursan con obesidad: De Prader-Willi, de Alström, de Bardet-Biedl, de Cohen, de Carpenter.
2. Neuroendocrinológicas:
Hipotiroidismo
Hiperinsulinemia (diabetes mellitus tipo 2)
Síndrome de Cushing
Alteraciones del hipotálamo: tumor, cirugía, traumatismo, inflamación.
Síndrome de Stein-Leventhal (ovario poliquístico)
3. Obesidad por inactividad física.
4. Desequilibrio nutricional o ingesta exagerada: Alimentos ricos en grasas saturadas, polifagia, picoteo.
5. Uso de medicamentos: Fenotiacinas, Antidepresivos tricíclicos, Litio, Ciproheptadina, Cortisona, Antihistamínicos, Anticonceptivos, Glucocorticoides, Hidracidas.
6. Dejar de fumar (supresión de nicotina)
7. Reactiva a situación emocional conflictiva.
8. Termogénesis
Valoración de la obesidad.
Para valorar la obesidad nos centraremos en la historia médica: los antecedentes familiares de obesidad, valoración de la predisposición genética; en la búsqueda de causas desencadenantes, comienzo, evolución, tratamientos previos), como embarazo, menarquia, menopausia, disminución de actividad física, abandono del tabaco, intervenciones quirúrgicas, tratamientos farmacológicos, habito alimentario (horario y duración de las comidas, tipo de alimentos, picoteo, compulsión); se detectarán síntomas clínicos acompañantes que sugieran complicaciones de la obesidad: polidpsia, poliuria, dispepsia a las grasas, trastornos del sueño, cefaleas, hipertensión.
Se determinará el grado de obesidad y la distribución de la grasa corporal.
Tensión arterial.
Edad mental/Evolución escolar.
Edad ósea y puberal en los niños.
Antropometría:
Gracias a ella se clasifica la obesidad en:
a. Obesidad de distribución homogénea o generalizada.
b. Obesidad abdominal o androide, cuando se acumula en la región abdominal y el cociente cintura cadera es mayor de 1 en el hombre y a 0,9 en la mujer.
c. Obesidad gluteo-femoral o ginoide, cuando se acumula la grasa en las caderas y existe un cociente cintura cadera inferior a 1 en el hombre y a 0,9 en la mujer.
O bien existe un índice cintura muslo inferior a 1,6 en el hombre o a 1,4 en la mujer.
Permite valorar a la persona en términos de percentiles según las tablas su complexión, valorar su adiposidad, la grasa total corporal y cantidad total de grasa del cuerpo.
Peso y talla: permite comparar con las tablas de su sexo y edad y valorar el IMC
Perímetro cefálico, torácico, cintura, abdomen, caderas y del brazo.
Valoración de la distribución de la grasa, si es ginoide o androide tiene diferente pronóstico.
Métodos:
Relación perímetro cintura/cadera (medido con cinta métrica inextensible)
Relación pliegue tricipital/subescapular (medido con lipocalibrador)
Medida de pliegues cutáneos.
Así se mide el doble del grosor de la epidermis, la fascia subyacente y el tejido adiposo subcutáneo: Triceps, subescapular, bicipital, submentoniano, suprailiaca
Estimación de la composición corporal:
Impedancia bioeléctrica, que valora la masa libre de grasa, calculando la masa adiposa.
Análisis de laboratorio:
Hemograma, glucosa, colesterol total y sus fracciones HDL,LDL y VLDL, triglicéridos, ácido úrico urea, creatinina, enzimas hepáticas (GOT,GPT,GGT), proteínas totales, albúmina, transferrina sérica, proteína ligada a retinol, fibronectina; determinación hormonal: perfil tiroideo, suprarrenal o hipofisiario, testosterona, somatomedina C (en sangre).Excreción urinaria de nutrientes (minerales, vitaminas hidrosolubles, proteínas, creatinina, 3-metilhistidina,3-hidroxiprolina,nitrógeno ureico).
Exploración radiológica:
Radiografía de cráneo centrada en la silla turca
Ecografía abdominal y pélvica
DEXA: estudia la composición corporal total
En insuficiencia respiratoria se pueden realizar pruebas funcionales respiratorias.
Por: El Experto en Control de Peso.
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sábado, 12 de diciembre de 2009
Cuando el sobre peso es un problema de salud
Cuando el sobrepeso es un problema de salud.
Por: El Experto en Control de Peso.
En nuestra sociedad obsesionada con el aspecto físico mucha gente cree que el sobrepeso es un problema de estética.
Pero tener sobrepeso es un una cuestión médica porque puede afectar gravemente a la salud de una persona.
El peso en su justa medida.
Cuando los expertos utilizan el término “sobrepeso”, no se refieren a tener unos pocos kilos de más.
Todo el mundo tiene grasa corporal, y unos pocos kilitos de más no suponen ningún riesgo para la salud en la mayoría de gente.
Los problemas de salud que se pueden derivar del hecho de tener sobrepeso van mucho más allá de los que estamos acostumbrados a oír, como la diabetes o los problemas cardíacos.
El sobrepeso también puede afectar a las articulaciones, la respiración, el sueño, el estado de ánimo y los niveles de energía.
O sea que el sobrepeso puede repercutir negativamente sobre la calidad de vida global de una persona.
Definir el sobrepeso.
Cuando la gente ingiere más calorías de las que quema, su cuerpo acumula las calorías sobrantes en forma de grasa.
Un poco de grasa corporal de más no supone un riesgo para la salud en la mayoría de personas.
Pero, cuando una persona se habitúa a ingerir más calorías de las que quema, la grasa se le va acumulando en el cuerpo.
A la larga, se puede llegar a un punto en que el exceso de grasa corporal puede tener un efecto negativo sobre la salud de la persona.
Los médicos utilizan los términos "con sobrepeso" y "obeso" para describir a las personas que están en situación de riesgo de desarrollar problemas de salud relacionados con el exceso de peso.
Como probablemente habrás oído, actualmente hay más gente con sobrepeso que en el pasado, lo que ha llevado a algunos expertos a hablar de una "epidemia de obesidad".
Este problema de salud afecta tanto a los jóvenes como a los adultos —un tercio de los niños de entre 2 y 19 años son obesos o tienen sobrepeso.
Y actualmente hay gente joven que está desarrollando problemas de salud que antes solo afectaban a los adultos, como la hipertensión arterial, el colesterol alto y la diabetes tipo 2.
Por: El Experto en Control de Peso.
Por: El Experto en Control de Peso.
En nuestra sociedad obsesionada con el aspecto físico mucha gente cree que el sobrepeso es un problema de estética.
Pero tener sobrepeso es un una cuestión médica porque puede afectar gravemente a la salud de una persona.
El peso en su justa medida.
Cuando los expertos utilizan el término “sobrepeso”, no se refieren a tener unos pocos kilos de más.
Todo el mundo tiene grasa corporal, y unos pocos kilitos de más no suponen ningún riesgo para la salud en la mayoría de gente.
Los problemas de salud que se pueden derivar del hecho de tener sobrepeso van mucho más allá de los que estamos acostumbrados a oír, como la diabetes o los problemas cardíacos.
El sobrepeso también puede afectar a las articulaciones, la respiración, el sueño, el estado de ánimo y los niveles de energía.
O sea que el sobrepeso puede repercutir negativamente sobre la calidad de vida global de una persona.
Definir el sobrepeso.
Cuando la gente ingiere más calorías de las que quema, su cuerpo acumula las calorías sobrantes en forma de grasa.
Un poco de grasa corporal de más no supone un riesgo para la salud en la mayoría de personas.
Pero, cuando una persona se habitúa a ingerir más calorías de las que quema, la grasa se le va acumulando en el cuerpo.
A la larga, se puede llegar a un punto en que el exceso de grasa corporal puede tener un efecto negativo sobre la salud de la persona.
Los médicos utilizan los términos "con sobrepeso" y "obeso" para describir a las personas que están en situación de riesgo de desarrollar problemas de salud relacionados con el exceso de peso.
Como probablemente habrás oído, actualmente hay más gente con sobrepeso que en el pasado, lo que ha llevado a algunos expertos a hablar de una "epidemia de obesidad".
Este problema de salud afecta tanto a los jóvenes como a los adultos —un tercio de los niños de entre 2 y 19 años son obesos o tienen sobrepeso.
Y actualmente hay gente joven que está desarrollando problemas de salud que antes solo afectaban a los adultos, como la hipertensión arterial, el colesterol alto y la diabetes tipo 2.
Por: El Experto en Control de Peso.
miércoles, 21 de enero de 2009
OBESIDAD (¿QUE ESTA SUCEDIENDO CON LA COMIDA ACTUAL?)
Por: El Experto en Control de Peso.
La respuesta es que la comida actual ha cambiado pero nuestro sistema digestivo permanece igual desde hace por lo menos cien mil años, nuestros genes son los mismos, no han cambiado.
Los "consejos" tradicionales de contar las calorías ya no funcionan.
Necesitamos aprender a escoger la comida que consumimos entre esa inmensa diversidad de productos en los centros de abastos en donde hay cientos de diferentes variedades y para poder escogerlos debemos de educarnos desde el punto de vista nutricional y si no tomamos parte activa en esto, seguirán en aumento las enfermedades relacionadas con la alimentación.
El comer tiene dos objetivos básicos primordiales:
a) Suministrar la energía necesaria para todas nuestras actividades.
b) Suministrar los elementos necesarios para reparar y renovar todas las células y tejidos de nuestro organismo.
Debemos de escoger primordialmente alimentos que llenen los dos objetivos y por consiguiente es necesario la orientación nutricional profesional, NO comercial.
Por: El Experto en Control de Peso.
La respuesta es que la comida actual ha cambiado pero nuestro sistema digestivo permanece igual desde hace por lo menos cien mil años, nuestros genes son los mismos, no han cambiado.
Los "consejos" tradicionales de contar las calorías ya no funcionan.
Necesitamos aprender a escoger la comida que consumimos entre esa inmensa diversidad de productos en los centros de abastos en donde hay cientos de diferentes variedades y para poder escogerlos debemos de educarnos desde el punto de vista nutricional y si no tomamos parte activa en esto, seguirán en aumento las enfermedades relacionadas con la alimentación.
El comer tiene dos objetivos básicos primordiales:
a) Suministrar la energía necesaria para todas nuestras actividades.
b) Suministrar los elementos necesarios para reparar y renovar todas las células y tejidos de nuestro organismo.
Debemos de escoger primordialmente alimentos que llenen los dos objetivos y por consiguiente es necesario la orientación nutricional profesional, NO comercial.
Por: El Experto en Control de Peso.
martes, 6 de enero de 2009
OBESIDAD (ASPECTOS PSICOLOGICOS)
Por: El Experto en Control de Peso.
Complicaciones psicológicas en el infante
Es muy importante la repercusión que la obesidad tiene sobre el desarrollo psicológico y la adaptación social del niño.
En general, las personas afectadas de obesidad no están bien consideradas en la sociedad.
En los medios de comunicación los niños y adultos obesos suelen desempeñar un personaje cómico, tropezón y glotón.
Un niño de 7 años ya ha aprendido las normas de atracción cultural y de aquí que elija a sus compañeros de juego basándose en sus características físicas, hasta el punto de que muchas veces prefieren elegir a un niño con una discapacidad antes que a un niño obeso.
Se ha comprobado que los niños obesos tienen una pobre imagen de sí mismos y expresan sensaciones de inferioridad y rechazo.
Por lo tanto, suelen presentar dificultades para hacer amigos.
La discriminación por parte de los adultos o de los compañeros desencadena en ellos actitudes antisociales, que les conducen al aislamiento, depresión e inactividad, y frecuentemente producen aumento en la ingestión de alimentos, lo que a su vez agrava o al menos perpetúa la obesidad.
En la adolescencia el concepto de sí mismo es de tal importancia que cualquier característica física que les diferencie del resto de sus compañeros tiene el potencial de convertirse en un problema más grave, en concreto disminuyendo su autoestima.
Es también un gran problema encontrar vestimenta para los niños obesos, ya que es difícil que encuentren ropas de moda adecuadas para su talla.
Además, estos niños presentan frecuentemente alteraciones del comportamiento, síntomas de depresión y ansiedad.
La obesidad se considera una lacra en muchos países Europeos, y se percibe como una apariencia física no deseable y un signo de los defectos de carácter que se supone que indica.
Incluso los niños de seis años perciben a otros niños obesos como "vagos, sucios, estúpidos, feos, mentirosos y tramposos".
Las personas obesas tienen que enfrentarse a la discriminación. Según los estudios realizados en el Reino Unido y en Estados Unidos, las jóvenes con exceso de peso ganan mucho menos que las mujeres sanas, sin sobrepeso o que otras mujeres con problemas crónicos de salud.
También es más frecuente que las personas obesas coman compulsivamente, y que tengan una largo historial de desórdenes alimentarios que se caracterizan por los atracones y las variaciones de peso.
Por ejemplo, la influencia de factores Psicológicos aun permanece incierta; mientras que le paciente obeso ha sido etiquetado como comedor compulsivo, también encontramos a muchas personas no obesas que también lo son.
La patología psicológica se encuentra ligada a esta enfermedad, solo en un numero pequeño de casos, entre estos el "síndrome del comedor nocturno" (anorexia por la mañana, gula por la tarde e insomnio), han incluido en este pequeño grupo a aquellos que han sido obesos desde su infancia, en este caso, mas que un factor de acusa psicológica, el sentido común lo llamaría una consecuencia psicológica.
Por: El Experto en Control de Peso.
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Complicaciones psicológicas en el infante
Es muy importante la repercusión que la obesidad tiene sobre el desarrollo psicológico y la adaptación social del niño.
En general, las personas afectadas de obesidad no están bien consideradas en la sociedad.
En los medios de comunicación los niños y adultos obesos suelen desempeñar un personaje cómico, tropezón y glotón.
Un niño de 7 años ya ha aprendido las normas de atracción cultural y de aquí que elija a sus compañeros de juego basándose en sus características físicas, hasta el punto de que muchas veces prefieren elegir a un niño con una discapacidad antes que a un niño obeso.
Se ha comprobado que los niños obesos tienen una pobre imagen de sí mismos y expresan sensaciones de inferioridad y rechazo.
Por lo tanto, suelen presentar dificultades para hacer amigos.
La discriminación por parte de los adultos o de los compañeros desencadena en ellos actitudes antisociales, que les conducen al aislamiento, depresión e inactividad, y frecuentemente producen aumento en la ingestión de alimentos, lo que a su vez agrava o al menos perpetúa la obesidad.
En la adolescencia el concepto de sí mismo es de tal importancia que cualquier característica física que les diferencie del resto de sus compañeros tiene el potencial de convertirse en un problema más grave, en concreto disminuyendo su autoestima.
Es también un gran problema encontrar vestimenta para los niños obesos, ya que es difícil que encuentren ropas de moda adecuadas para su talla.
Además, estos niños presentan frecuentemente alteraciones del comportamiento, síntomas de depresión y ansiedad.
La obesidad se considera una lacra en muchos países Europeos, y se percibe como una apariencia física no deseable y un signo de los defectos de carácter que se supone que indica.
Incluso los niños de seis años perciben a otros niños obesos como "vagos, sucios, estúpidos, feos, mentirosos y tramposos".
Las personas obesas tienen que enfrentarse a la discriminación. Según los estudios realizados en el Reino Unido y en Estados Unidos, las jóvenes con exceso de peso ganan mucho menos que las mujeres sanas, sin sobrepeso o que otras mujeres con problemas crónicos de salud.
También es más frecuente que las personas obesas coman compulsivamente, y que tengan una largo historial de desórdenes alimentarios que se caracterizan por los atracones y las variaciones de peso.
Por ejemplo, la influencia de factores Psicológicos aun permanece incierta; mientras que le paciente obeso ha sido etiquetado como comedor compulsivo, también encontramos a muchas personas no obesas que también lo son.
La patología psicológica se encuentra ligada a esta enfermedad, solo en un numero pequeño de casos, entre estos el "síndrome del comedor nocturno" (anorexia por la mañana, gula por la tarde e insomnio), han incluido en este pequeño grupo a aquellos que han sido obesos desde su infancia, en este caso, mas que un factor de acusa psicológica, el sentido común lo llamaría una consecuencia psicológica.
Por: El Experto en Control de Peso.
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